viernes, 3 de diciembre de 2010

Consejo a los hombres:

A los de corazón blando,
a los que dan y exigen,
a los que ocultan
su verdadera fuerza y virtud.


A los que matarían por amor,
a los que buscan con pasión.
A los buscadores y exploradores,
a los que agitan y conmueven corazones.


A los que caen y se levantan,
a los que han sufrido
en carne propia el dolor ajeno.


A esos les quiero dar una lección,
trata de amor, versos y manipulación.


¡Oh no, no! ¡Tres veces no!
Nada de esto necesitamos,
son puros engaños,
por eso adolecemos,
es de tanto y tanto engaño,
en el fondo sabemos
que tanto cuento es en vano.


Esa necesidad de vivir
con un guion pegado a la mano,
cometiendo mil errores pasados,
que estupidez la del genero humano.


Es la experiencia nuestra mentora,
y aunque suene a paradoja,
ella es una mujer,
y solo ella y vuestras madres
deben ser respetadas por sobre todas las cosas,
el resto de las mujeres son iguales,
crueles y engreídas, frías y ardientes,
adolecen falta de constancia
y humildad la gran mayoría.


Se calientan tan rápido,
y se enfrían tan pronto,
se creen eternas
mientras dura su juventud, ilusas.


Todo lo buscan controlar,
aparentar es su mayor habilidad.
Oh como detesto la belleza femenina,
a las mas bellas quisiera yo poseer.


No duden ni por un momento
que esta es nuestra verdad,
exigid siempre lo que se crea justo,
y si es posible por sobre la justicia,
dejando de lado la mezquindad,
pedid, pedid, ellas están para cumplir.