sábado, 11 de octubre de 2014

Aullidos de Esperanza y Amor


Ambos le pidieron al tiempo que no se tarde,
pues la vida se les pasaba, se les escapaba
cual agua entre sus manos,
brisas de frente a sus rostros,
como nubes en el cielo u olas en el mar
y nada no era más difícil de sobrellevar
que la espera incierta...
Las certezas son o no son, y él... él la espera,
la espera en el mismo lugar de siempre,
con las mismas ansias y cariño de siempre,
dale vuelo a tus ojos -dijo él y continuo- a esa mirada magnifica
reflejo de un alma acongojada pero valiente
dispuesta a dar todo de si misma en pos del bien común.
Dame tu mano, suspira y atrévete la vida es un desafió,
un desafió complejo de aceptar -así eĺ la desafió a ella-
no temas estaremos juntos siempre que nos necesitemos, aquí estoy
y ahí estaré atento, a la espera cual Lobo que soy
sigiloso, desapercibido, protector y ángel guardián, invisible
pero letal y decisivo a la hora de accionar y resolver...


De porque escribía...

Escribía lo que la distancia no le dejaba manifestar con hechos visibles,
sus escritos eran una prueba de su noble carácter
y decidida Voluntad de Vencer, nada podría vencerle,
ni hoy ni nunca, su determinación era un sueño
y él adoraba soñar despierto de día,
y por las noches arriesgar su vida por lograr lo soñado.
Definitivamente estaba un poco loco,
pues vivía la vida con Locura y Pasión,
arriesgar y sacrificar era cosa de todos los días,
siempre fue así, esa era su luz, él lo sabía
y se esforzaba por brillar con la mayor de las intensidades,
sabiendo que de su luz otros podrían imitarlo,
ejemplaridad siempre que podía darla, la daba...
¡En sus manos la Magia, en sus ojos y mirada el Fuego Secreto!