lunes, 5 de julio de 2010

El viejo sueño y el nuevo Despertar.

La luz te impide ver con claridad,
un llanto de vida me aturde,
es ese tu propio llanto,
el de tu Inmortal Espíritu.

Ahora es cuando descubres nuevas caras,
las cuales nunca olvidaras.
Se te pintara un mundo color de rosas,
casi perfecto.
Los buenos siempre han sido los "buenos",
y los malos duermen a la sombra,
a la sombra de la inconsciencia,
de la inconsciencia de las sociedades modernas.

¡Un buen día habrás de morir en vida!
¡SI!, esto sera cuando tu Inmortal Espíritu allá alcanzado un tamaño tan grande que romperá el molde,
la celda en la que ha sido prisionero del viejo sueño.

El dolor, la desilusión, la rabia con todo y con todos sera enorme,
deberás aprender a controlar tu llama interior.

Esa llama que siempre ha brillado,
pues te fue concedida por el Destino,
pero hoy, que el viejo sueño a muerto y tu antiguo "yo" con el,
brilla de una manera distinta,
con una intensidad destructiva.

A medida que pasa el tiempo haces tu camino al andar,
resistiendo a la Tentación y a los males,
pues tu Destino de Gloria no tiene precio.

¡SERES DISTINTOS!

¡ANACRÓNICOS!

Así me siento en este momento,
rompiendo moldes,
liberándome día tras día del viejo sueño.

Hoy, tras un falso sueño, he muerto para despertar a ese "yo" que estaba en mi,
el cual esperaba con ansias El Despertar para Retornar e imponer su Poderosa Voluntad.

Hoy mas fuerte que nunca,
mas débil que mañana,
aun con mucho camino por recorrer,
me entrego a la Voluntad de mi propio yo,
en busca de preguntas, de respuestas;
de sacrificios, y recompensas;
en busca de dolores, y satisfacciones;
de peligros y aventuras;
decidido a Imponerme y a no esperar a ser descubierto por ninguna chusma ni ningún sabihondo.

Dispuesto a sacrificarlo todo a cambio del cambio,
con los pies en la Tierra,
con los pies en el campo de Batalla espero a mis sangrientos y desalmados enemigos,
para derrotarlos e instaurar EL IMPERIO.

El Imperio de las ideas, de los Valores y el Valor,
del Honor, de la Sangre
y la Aristocracia del pensamiento,
¡del pensamiento Superhumano!