martes, 3 de agosto de 2010

Asesina y redentora.

He muerto tantas veces que he olvidado la cantidad exacta.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, pero sin dudas la asesina que mas saborea mi sangre es ella, la noche.
En este momento estoy muriendo, descontento, no con lo que me toca, sino con lo que te toca a vos, si a vos que aparentas lo que no sos, que queres dar lastima, vos que hablas de "Libertad" y "Derechos", como si estas cosas fueran para todos, y no, no es así, vos que te conformas con "Libertinaje" creyendo que eso es Libertad, y que tenes derecho a ella sin haber luchado por ella, sin haber derramado tu sangre por esa Libertad que reclamas y exigís.
Descontento con lo que te toca a vos, si a vos hombre-masa, hombre-rebaño.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, pero sin dudas la asesina que mas saborea mi sangre es ella, la noche.
Pues tu, hombre-masa, hombre-rebaño no eres suficientemente digno de mi sangre, es mi sangre un manjar de animales, héroes y dioses, pero tu hombre-masa, hombre-rebaño eres indigno de ver incluso una sola gota de mi sangre.
Mi corazon late al ritmo de los tambores de guerra, estoy constituido por fría maldad y sensata benevolencia, yo se muy bien que le corresponde a cada quien, aunque hay algunos que no merecen ni una cosa ni la otra, de nuevo me estrello contra el hombre-masa, el hombre-rebaño, que gustoso pasa por este mundo sin objetivos ni metas superiores, servil se inclina ante las bestias del dinero y se esclavizan voluntariamente a estos engendros de la naturaleza.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, no se apresuren a llorar por mi, en verdad mi sangre no corre por ustedes, en este momento no son los causantes de mi muerte, simplemente quería hacerlos sentir culpables, adoro eso, y es que nunca el hombre-masa, el hombre-rebaño podrá conmigo, en verdad es la noche quien me asesina, y le estoy inmensamente agradecido por ello.
En este momento estoy muriendo, ¡MOMENTO! no se alegren ni entristezcan aun, pues he de volver con cada nuevo amanecer, con cada nuevo Sol, he de renacer una e infinitas veces mas, porque en mi mismo duerme la Inmortalidad, pues a donde sea que me dirija siempre llevo conmigo eso que no todos tienen, pues algunos lo han vendido: Mi Espíritu.