lunes, 13 de septiembre de 2010

Escena y escuela.

A ustedes les cuento, una escena triste 
y sin sentido ha de desarrollarse ante mis ojos.
En esta escena patética observo infinidad de estupideces,
el hombre sigue perdido,
atrapado en la telaraña de la araña crucera,
y encadenada por una cadena de oro,
e hipnotizada por un reloj que cuenta las horas de un tiempo,
un tiempo que no ha de transcurrir.

Y es ante mi atenta mirada,
que las sociedades modernas todas viven de rodillas
ante un reloj,
un reloj de piedra,
pero este esta parado, pues de roja sangre y espíritu se alimenta,
esa sangre ya no fluye por las venas de los pueblos sometidos, 
gustosos de su sometimiento avergonzante,
¿y los espíritus guerreros y heroicos donde están?
yacen muertos bajo la estupidez y el capricho de la masa de enfermos mentales,
y es por el no marcar mas la hora de aquel reloj de piedra, 
que he de anunciarles que el "tiempo" se les acabo a muchos.

Gran verdad es esta,
pues solo han de sangrar,
quienes vivos estén.

Aquellos pueblos habrán de vivir una vida sin vida,
en lo que resta de sus "vidas".
Con orgullo, aquellos muertos vivos, 
lucen su pacifismo, indiferencia y consciente ignorancia,
como si de joyas se tratara, en verdad son adornos a tono,
cual placa de bronce sobre tumba de mármol.

La crueldad de la Historia me enseño,
que aquellos pueblos que no aman la sangre,
y no adoran a la guerra, 
son borrados de la faz de la tierra.

Y ha de ser toda esta escena, ¡UNA GRAN ESCUELA PARA MI!
La "Humanidad" no debe significar un obstáculo para aquellos 
que estén dispuestos a ver mas allá,
mas allá de las sombras de las grandes montañas, 
pues lo que en verdad debe buscarse no es la montaña como fin,
sino como medio,
como medio para elevarse por sobre las sombras, 
e incluso sobre la "Humanidad" misma,
y este elevarse tampoco debe ser un fin,
sino un medio también,
un medio para no solo alcanzar la bendición Solar,
sino además para ser dignos del Mando,
mando que reclaman los pueblos guerreros 
que por suerte no son participes de esta triste escena.