jueves, 26 de agosto de 2010

jueves, 12 de agosto de 2010

Sana inconsciencia.

El tiempo,
el tiempo es aquello a lo que todos temen.
Dicta las acciones y decisiones de aquellos que son "conscientes" de su "existencia" - o al menos toman como propio un concepto que les es ajeno- de aquellos que se someten al hipnótico poderío del reloj.

Unos mas, otros menos,
todos en mayor o menor medida,
le tememos.

En verdad no existe razón alguna para atormentarse
con algo tan superfluo como lo es el tiempo.

Tirano del cuerpo,
pero no del espíritu,
no por ser tirano del cuerpo deja de ser algo superfluo,
pues ante tamaño rival como lo es el espíritu,
el tiempo es impotente.

¡Un completo inútil!

El tiempo podrá marcar la profundidad de las superficiales heridas,
pero jamas podrá siquiera rasguñar al omnipotente espíritu de los "inconscientes del tiempo".
Esos seres que se rehúsan a renunciar a si-mismos,
esos seres que se imponen en todas las Eras,
esos seres que no se lamentan de los "tiempos" en que les ha tocado desarrollar su existencias física,
esos hombres y mujeres de carne y huesos, que si bien son vulnerables a la erosión del tiempo,
por dentro son inmortales.

Para defender nuestros cuerpos del desgaste físico y psíquico del "tiempo",
es preciso invocar a la sana inconsciencia del espíritu.
Este debe ser nuestro método defensivo y de ataque
contra un mundo que se cree "real,
y que busca devorarnos de un bocado con su alocado y sistemático accionar contra el espíritu humano.

¡Ay de aquellos! que se dejen pisar por el mundo que nos toco heredar,
y se sometan sin chistar a la ilusión del tiempo,
y de otros tantos conceptos falsos y erráticos.

Trágica condición..

Son varios los instantes del día,
en los que pienso,
que la condición del humano es trágica
por naturaleza.

Las opciones pocas son,
no obstante muy claras:
¡Batallar o Claudicar!

No es simplemente un vencer o un ser derrotado,
es mucho mas que eso.
Y es que las derrotas y victorias son algo circunstancial.

Hay quienes nunca logran apreciar tal desgracia,
la lucha por la existencia no implica permanecer en el mundo material
y adornar la "existencia" con bonitos cuentos liberadores de culpas,
con innecesarias mercancías, ¡con grandes mentiras!

Entre ustedes me pongo a prueba a mi mismo,
aprendo a callar,
a ignorar y guardar mis energías para un enemigo mas digno,
a no gastarme en vano.

Puedo conmigo mismo,
ustedes nunca representaran ser un rival tan peligroso
como lo soy yo mismo para conmigo.

Un sabor particular tiene el luchar contra si-mismos,
es el proceso por el cual algunos se elevan por sobre la media del común,
quienes no entiendan es porque no deben,
no pueden, ni tienen con quien llevar una batalla digna de si-mismos,
y es que han vendido sus espíritus,
los han encerrado, encarcelado entre tanta mentira,
entre tanta "moralina" religiosa, ¡entre tanta mercancía absurda!

¿Como batallar contra a esa multiplicidad de "otros yo" cuando se ha entregado lo mas preciado que el hombre tiene, como luchar contra a esa infinidad violenta cuando ya no existe?

¿Como derrotarse a uno mismo y al mismo tiempo vencer, cuando en el cuerpo ya no habita el regalo que hace a que simples hombres desarrollen la capacidad de imponer su Voluntad por sobre la de otros, transformándose así en lo mas cercano a los dioses: ¡un semi-dios! ?

¿Como combatir contra eso que ya no esta en uno?

Nuestra condición es trágica,
quienes acepten esto, a pesar del dolor y la soledad,
alcanzaran ser mucho mas que un instante en la Eternidad.
¡El Panteón de la Historia no esta en venta!

martes, 3 de agosto de 2010

Asesina y redentora.

He muerto tantas veces que he olvidado la cantidad exacta.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, pero sin dudas la asesina que mas saborea mi sangre es ella, la noche.
En este momento estoy muriendo, descontento, no con lo que me toca, sino con lo que te toca a vos, si a vos que aparentas lo que no sos, que queres dar lastima, vos que hablas de "Libertad" y "Derechos", como si estas cosas fueran para todos, y no, no es así, vos que te conformas con "Libertinaje" creyendo que eso es Libertad, y que tenes derecho a ella sin haber luchado por ella, sin haber derramado tu sangre por esa Libertad que reclamas y exigís.
Descontento con lo que te toca a vos, si a vos hombre-masa, hombre-rebaño.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, pero sin dudas la asesina que mas saborea mi sangre es ella, la noche.
Pues tu, hombre-masa, hombre-rebaño no eres suficientemente digno de mi sangre, es mi sangre un manjar de animales, héroes y dioses, pero tu hombre-masa, hombre-rebaño eres indigno de ver incluso una sola gota de mi sangre.
Mi corazon late al ritmo de los tambores de guerra, estoy constituido por fría maldad y sensata benevolencia, yo se muy bien que le corresponde a cada quien, aunque hay algunos que no merecen ni una cosa ni la otra, de nuevo me estrello contra el hombre-masa, el hombre-rebaño, que gustoso pasa por este mundo sin objetivos ni metas superiores, servil se inclina ante las bestias del dinero y se esclavizan voluntariamente a estos engendros de la naturaleza.
En este momento estoy muriendo, vos, ella, el, aquel y otros tantos me están matando, no se apresuren a llorar por mi, en verdad mi sangre no corre por ustedes, en este momento no son los causantes de mi muerte, simplemente quería hacerlos sentir culpables, adoro eso, y es que nunca el hombre-masa, el hombre-rebaño podrá conmigo, en verdad es la noche quien me asesina, y le estoy inmensamente agradecido por ello.
En este momento estoy muriendo, ¡MOMENTO! no se alegren ni entristezcan aun, pues he de volver con cada nuevo amanecer, con cada nuevo Sol, he de renacer una e infinitas veces mas, porque en mi mismo duerme la Inmortalidad, pues a donde sea que me dirija siempre llevo conmigo eso que no todos tienen, pues algunos lo han vendido: Mi Espíritu.